Los beneficios de la actividad física en la vejez son muchos y variados; no hay duda de que moverse es el mejor modo de cuidar la salud en esta etapa de la vida. La OMS no deja de recomendar a la población que sea más activa. Sin embargo, el consejo no cala. En España solo un 25% lo sigue, aunque las diferencias por edad son muy amplias. La actividad física moderada debería ocupar al menos 150 minutos de nuestro tiempo a la semana. Y no es así. Una de cada cuatro personas no sigue la pauta.
Sin embargo, un estudio reciente pone de relieve que ser activo es bueno para la salud aún si se reduce la medida que marca la OMS. Es decir, que la falta de tiempo no puede ser una excusa; sobre todo, para las personas que no ven fácil la meta de los 150 minutos.
75 minutos ya aportan los beneficios de la actividad física
Y es que ese es un plazo que ya garantiza el resultado; al menos, el mínimo que se ha de que dedicar al movimiento del cuerpo. Es estudio lo publica la revista British Journal of Sports Medicine, en el Reino Unido. Y no puede ser más tajante. Una de cada diez muertes prematuras se podría evitar con tan solo dedicar poco más de una hora a la semana a una actividad moderada. Aunque conviene no olvidar que más es mejor. Y es que el beneficio se acumula a medida que aumenta el tiempo. Con los 150 minutos que indica la OMS las ventajas crecen y el porcentaje de muertes que se evitaría se eleva un 16%.
Ya se señala en Prevenir la fragilidad, el ejercicio es el mejor remedio para conservar bien la salud. Y no solo eso, también para una más pronta recuperación de la enfermedad. El sedentarismo es enemigo de la calidad de vida. Para vivir una vejez más sana, en la que no falte el bienestar, tanto a nivel físico como psíquico, hay que moverse más. Y mejor en compañía, sumando el plano social a los dos anteriores.
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