Cada vez se habla más de los beneficios de las legumbres, que son muy variados. Y no solo para la nutrición humana y la animal, también para la naturaleza, ya que es un tipo de planta ecológica y sostenible. Así lo señala la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Y a instancias suyas, desde 2016, el 10 de febrero se celebra el Día Mundial de las Legumbres. El objetivo es sensibilizar sobre las ventajas de este alimento. Además de un alto valor nutricional, las leguminosas permiten la rotación de los cultivos y mejoran la fertilidad de la tierra. De tal modo que incrementar su producción contribuiría a combatir el cambio climático. Por otra parte, sirven de apoyo al sostenimiento económico de muchas familias.
Beneficios de las legumbres para la salud
Por su amplia variedad, las legumbres han jugado un papel esencial en la dieta humana a lo largo de la historia. Sin embargo, sus virtudes no han evitado la fama de ser un alimento para pobres. Y, en las últimas décadas, su consumo se ha reducido. En España, era de casi 10 kg por persona y año en la década de los años 60. La cifra decreció hasta alcanzar la mitad, 4,9 kg, en el año 2000. La tendencia a la baja continuó hasta 2011, en el que cayó a los 2 kg por persona y año. En 2014, el consumo parecía anunciar un alza. Pero no fue así. En los últimos años oscila entre los 3,17 kg de 2014 y los 3,41 de 2022, con un pico máximo de 3,88 kg en 2020. Una cantidad muy inferior a la recomendada desde el ámbito de la salud.
Las legumbres son una fuente de proteínas que supera en casi el doble la de los cereales de grano entero, como el trigo. Contienen un largo listado de vitaminas y minerales; entre estos últimos, es de destacar el hierro. Son muy ricas en fibra, imprescindible para el buen tránsito intestinal y el control del colesterol LDL. Además, tienen pocas grasas y un bajo índice glucémico, lo que las convierte en un alimento óptimo en la prevención de la diabetes, un gran mal de nuestros días. El consumo recomendado se cifra al menos en 2/3 raciones a la semana. Pero no faltan expertos que lo amplían. La variedad de clases da lugar a comidas bien distintas, ya sea en invierno o en verano. Y no hay que olvidar que son aptas para todas las edades.
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