Saludos, mi nombre es Concha. Durante treinta y cinco años trabajé como enfermera en el ámbito de la Salud Pública con programas de Promoción y Educación para la Salud. A mi juicio, la Enfermería es un marco idóneo para este tipo de intervenciones. Convergen en ella, por una parte, el cuidado de la salud, que es su raíz; por otra, la acción educativa, eje del cambio de la actitud y la conducta. La polivalencia de la práctica enfermera permite su aplicación en multitud de contextos y la convierte en un medio muy eficaz al servicio del individuo y de la comunidad. Y es que la Enfermería se mostró comprometida con tal fin desde el momento mismo de su nacimiento.

Enfermería, Promoción de la Salud y Personas Mayores

Desde 2000 hasta 2015, fecha de mi jubilación, me ocupé de un Programa de Salud para Personas Mayores. Y descubrí muy pronto su aprecio por el autocuidado. Debido, quizá, a que conocen mejor que otros grupos de edad la facilidad con que la salud se pierde o se deteriora. Creo que la mayoría de los mayores está de acuerdo en su importancia, tal y como señala la OMS

El trato con un colectivo tan motivado despertó mi interés por la vejez. Y me titulé como Experta Universitaria en Gerontología. La relación con personas mayores fue una valiosa lección, tanto a nivel profesional como humano. Y decidí recopilar lo aprendido bajo la forma de tesis doctoral. El resultado, que se puede descargar en el enlace, lleva por título Educación y Envejecimiento activo. Una experiencia comunitaria. En octubre de 2013, hice su defensa en el Departamento de Ciencias de la Educación de la Universidad de Alcalá de Henares. Y el tribunal la calificó como sobresaliente “cum laude”. Vejez y educación son términos que pocas veces se hermanan. Sin embargo, en este caso, la Educación para la Salud reveló su gran alcance en la vida de las personas. A quien se interese por su contenido, recomiendo la lectura del capítulo 9: Resultados de la investigación.   

portada_tesis

Contenidos del blog

La vejez suele ser un tiempo poco apreciado, pero se le ha de prestar atención. Si hemos de transitar por ella, como es de desear, es mejor hacerlo en buenas condiciones funcionales y anímicas. Y ese es el propósito que anima este portal. Un envejecimiento activo permite echar por tierra las falsas creencias que la rodean. Y sería un gran logro contribuir a su fomento. Los contenidos se dirigen tanto a las personas que conocí en mi andadura profesional como a otras muchas con un perfil similar. No obstante, sirven así mismo para quienes se interesan por las personas mayores y la vejez. Porque las cuestiones relativas a ella, una fase de la vida cada vez más dilatada, son muchas y variadas. ¡Sean todos bienvenidos a su encuentro! Espero que mis lectores envejezcan de un modo activo mucho tiempo.

Concha Aparicio Alonso