El concepto de memoria operativa o de trabajo es un modelo teórico que engloba distintos componentes y funciones. En la actualidad, constituye un marco conceptual muy extendido para explicar el funcionamiento de la memoria humana.
La existencia de este tipo de memoria fue propuesta por Baddeley y Hicht en el año 1974. Ambos investigadores consideraron que era apropiado denominar así a un proceso muy activo relacionado con el funcionamiento de la memoria a corto plazo. Se trata de un mecanismo que hace dos tareas a la vez. Por una parte, procesa la información que recibe del medio; por otra, almacena dicha información mientras procesa su contenido. Esta condición la diferencia en gran medida de la memoria a corto plazo, que es solo un almacén que retiene la información durante un breve lapso de tiempo. Por el contrario, la memoria operativa o de trabajo realiza unas tareas que no solo se relacionan con el almacenaje.
Funcionamiento de la memoria operativa o de trabajo
Este tipo de memoria es esencial en la retención de información, en el apoyo de nuevos aprendizajes y en la comprensión y la resolución de problemas. Sirve para manejar la información que permite al individuo interactuar con el entorno. Se compone de tres elementos que se conocen como el ejecutivo central, el lazo fonológico y la agenda viso-espacial; estos dos últimos se considera que son subsidiarios del primero. De hecho, el ejecutivo central es el componente más importante. Su función es controlar y coordinar el lazo fonológico y la agenda viso-espacial. Y estos, a su vez, se encargan solo de mantener por un tiempo la información recibida, actuando como unos almacenes transitorios. En 1986, Baddeley añadió a este marco teórico un componente más, se trata del sistema de control atencional. De las características de este mecanismo y su relevancia daremos cuenta en una futura entrada.
Excelente material, gracias