Cada vez se habla más de la microbiota, aunque hay quien ignora cuál es su fundamento. Se trata de un concepto nuevo para un nombre antiguo. Hace ya un tiempo que lo que se llamó flora intestinal cambió de nombre. Porque, en realidad, no es una flora; en contra de lo que se pensaba, no todos los microorganismos que la componen son de origen vegetal. No obstante, se la conoce bien; al menos, la facilidad con que se altera. ¿Quién no ha sentido a veces sus efectos? Un temor, una preocupación o un malestar son los culpables de consecuencias poco gratas. El exceso de gases, la diarrea, el estreñimiento o molestias en el abdomen; en fin, un conjunto de síntomas que incomoda a quien los padece.
Su existencia se conoce desde hace siglos. El padre de la medicina ya hacía mención a ella. La salud está en el intestino, afirmaba el griego Hipócrates de Cos. Y un grande de las letras, Cervantes, es el autor de una frase similar. La salud del cuerpo se fragua en la oficina del estómago, advertía Don Quijote a Sancho.
La microbiota y su papel en la salud
La microbiota intestinal nos acompaña desde el momento del nacimiento. Y convivimos con ella a lo largo de la vida. Y es que, pese a lo que se pudiera pensar, es esencial para la salud. De hecho, se sabe que ciertas enfermedades se relacionan con su falta de armonía. El intestino de los humanos contiene alrededor de unos cien millones de bacterias, de cientos de especies distintas, que actúan como un órgano más. El secreto de su bondad está en el equilibrio entre los agentes que nos benefician y los que nos perjudican.
En este sentido, el tipo de alimentación es decisivo para su buena composición. Sobre todo, la cantidad de fibra, ya que es el sustrato para que los microorganismos se desarrollen. Pero los estilos de vida juegan hoy en su contra. El consumo de fibra se encuentra muy por debajo de la cantidad que recomiendan los expertos. La Organización de Naciones Unidas proclamó 2021 Año Internacional de las Frutas y las Verduras. Sin embargo, no parece que la situación mejore. Mañana es el Día Mundial de la Nutrición, 28 de mayo. Ojalá que la fecha nos incline a comer más vegetales. Además de beneficiarnos a nosotros, sería una dieta saludable para nuestro planeta.
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