Las capacidades cognitivas experimentan un declive con la edad; por otra parte, un declive que es similar al resto de cambios que produce en el organismo el paso del tiempo. Conservar las capacidades mentales tiene una enorme trascendencia para el bienestar y la calidad de vida en la vejez. A pesar de ello, las investigaciones en este ámbito son relativamente recientes; por el contrario, las referidas a la salud física gozan de una larga tradición. Sobre el beneficio físico de los hábitos saludables existe una amplia y larga evidencia. La actividad física y la alimentación sana aminoran la velocidad del declive que acompaña a la edad. Del mismo modo, la actividad intelectual es decisiva; sin embargo su importancia sólo se ha revelado en fechas recientes.
Capacidades cognitivas: ¡si no se usan, se pierden!
El declive de las capacidades cognitivas se ha tratado de explicar mediante distintas teorías. Una de ellas es el modelo conceptual. Se trata de un enfoque de investigación denominado asimismo teoría del desuso. Su autora defiende la hipótesis de que lo que no se usa, se pierde. Desde esta perspectiva, las capacidades cognitivas que declinan con la edad serían aquellas que no se utilizan o no se ejercitan lo suficiente. Se estima que alrededor del 10% de las personas mayores sufre alguna alteración de ese tipo. Es un problema que afecta en distinto grado a competencias como la percepción, la atención o la memoria.
Pero está demostrado que las dificultades no derivan de los cambios que experimentan las distintas estructuras cerebrales. Provienen en mayor medida de la disminución de tareas que requieren un cierto nivel de aprendizaje y atención. De ello se deriva la necesidad de entrenar el cerebro de un modo similar a como se entrena los músculos. El ejercicio cerebral contribuye a mantener en forma la mente. El primer paso es conservar una vida social activa y evitar el sedentarismo. Además, es recomendable desarrollar tareas que entrañen cierto desafío intelectual y que, por supuesta, se elijan en función de los gustos y las preferencias individuales.
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