La conexión entre envejecimiento y cerebro ha sido noticia en los medios; sin embargo, en contra de lo que es usual, con un tono optimista. El titular no deja lugar a dudas: el cerebro nunca para de crecer. Y la pregunta es obvia. ¿Ha perdido la vejez el tinte negativo que la acompaña? Al parecer, sí. Y nos alegramos de ello. Por esta vez, la causa es un estudio sobre el cerebro de las personas mayores sanas. Y concluye que, según un equipo de neurólogos de la Universidad de Columbia, en Nueva York, este no deja de generar neuronas.
El descubrimiento echa por tierra un dogma muy consolidado: que las neuronas no se reemplazan después de la infancia. Durante décadas, reinó la idea de que el cerebro permanecía invariable tras esa etapa. Pero en la segunda mitad del siglo XX el supuesto se reveló erróneo. La ciencia demostró que las estructuran cerebrales tienen una gran capacidad de cambio. Y que la plasticidad cerebral se origina a lo largo de la vida en respuesta a distintos estímulos, tanto internos como externos. Muchas de las intervenciones terapéuticas a este nivel se apoyan en ello.
Perspectivas optimistas sobre envejecimiento y cerebro
En este sentido, uno de los últimos estudios indica que la neurogénesis, o nacimiento de nuevas neuronas, no desaparece en la edad avanzada. El hallazgo tiene una gran trascendencia en cuanto a las capacidades del cerebro en la vejez; así mismo, abre una línea de actuación no explorada para las enfermedades neurodegenerativas. El contexto demográfico justifica el interés por descubrir las claves que determinan un envejecimiento activo y saludable. Pero la ciencia no parece aproximarse aún a su revelación. Un científico español, Juan Carlos Izpisúa, se muestra optimista al respecto; no obstante, reconoce que los avances son más lentos de lo que sería de desear. En cualquier caso, hoy por hoy, la recomendación es clara: mantener un estilo de vida saludable; un patrón de conducta que implica estimular el cerebro, para conservar la mente en un buen estado.
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