Ser activista a los 90 años no es frecuente; sin embargo, Noam Chomsky goza de la capacidad y talante suficientes para serlo. Activista es aquel que ejerce el proselitismo y la acción social. Y no hay duda de que nuestro protagonista del mes es experto en la materia. Siempre ha denunciado los abusos del poder y ha mostrado su compromiso con los más débiles. Defiende que la economía no ha de estar por encima de las necesidades de la población. Y no cesa de pregonarlo.
Nació en Philadelphia (Estados Unidos) en diciembre de 1928. Y, con tan solo 29 años, transformó los supuestos de la lingüística. Su obra Estructuras sintácticas revolucionó el modo de entender cómo se adquiere y se produce el habla. Para Chomsky, la facultad del lenguaje es una especie de molde en el que puede encajar cualquier clase de idioma. Hasta entonces, se consideraba que el dominio de la lengua se adquiría a través de la imitación. Pero era una idea muy corta de miras. Él la echó abajo. Y puso de manifiesto que el uso de la palabra es el sistema más rico y complejo que poseemos. No se reduce a la comunicación con el otro; va aún más lejos. Sirve para pensar, razonar y expresar lo que ideamos en nuestra mente; por lo tanto, el lenguaje tiene un papel central en la creatividad del ser humano.
Criticar al poder y no dejar de ser activista a los 90
La influencia de la obra de Chomsky en el mundo es enorme. Y no solo en la esfera de la lingüística; es un gran pensador, paralelo a filósofos de la talla de Edgar Morin. Ha sido nombrado doctor honoris causa por universidades de renombre. Es asimismo miembro de instituciones de gran prestigio y catedrático emérito del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). En el mes de abril, recibió el Premio Fronteras del Conocimiento por parte de la Fundación BBVA. La noticia se puede ver aquí.
Los medios se hace eco de sus opiniones con frecuencia. Hace tan solo un mes, por los incendios de la Amazonia, en Brasil; según él son un crimen contra la humanidad. En otra entrevista critica la política sobre armamento del país más poderoso del mundo. Dos noticias que ilustran su compromiso a favor de las causas justas.
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