La pasión de vivir los años la acompañó siempre. Y lo logró con creces, pues ha muerto a los 99. La noticia saltó a los medios el 27 de agosto, un mes en que esta página no se edita. Y Juana Ginzo es hoy la protagonista. Esta sección no es dada a despedidas; sin embargo, hay excepciones, como Jane Little, en artistas veteranos, y algún que otro más. Ginzo merece sin duda que se altere la pauta.
En España, pocas personas de 70 años o más ignoran quien fue. ¿Quién no escuchó su voz? A lo largo de los años, dio vida a un sin fin de personajes en las ondas. Era un tiempo en el que la radio era un gran medio de comunicación, casi el único. Su trabajo se ha visto reconocido con grandes distinciones. El Premio Ondas, como mejor actriz, en 1957; la Antena de Oro, en 1971; el Premio Mujeres Progresistas, en 1991; y, en 2005, la Medalla al Mérito del Trabajo, en 2005.
La pasión de vivir los años plasmada en un libro
A mi juicio, un buen modo de recordar a Juana Ginzo es hacer mención a sus libros. Unos de ellos lleva por título La pasión de vivir con un montón de años. Se publicó en 2001, aunque no ha perdido actualidad. Y es que, si algo definió su carácter, además de la rebeldía, fue la vitalidad. Se trata de una obra que derrocha optimismo. El texto contribuye a levantar el ánimo de quien lo lee. No es una especie de guía de vida; nada más lejos de la intención de la autora que dar consejos. Eso sí, rompe con muchos de los estereotipos que dañan la vejez. La fotografía que se ve arriba es la de la portada.
Entre otros aspectos, alude a las actitudes que perjudican, o benefician, la salud; a la belleza y el cuerpo; al sexo; a la familia; al amor; a la jubilación y, por supuesto, al miedo a la muerte. No hay una línea en la que no destaque su afán por cuestionar las normas. Rebate los modelos que hay que cumplir a rajatabla, ya que en la sociedad está así marcado. A menudo, son menos convenientes de lo que en principio parece; al menos, para muchos. En resumen, es un libro que da ímpetu a un periodo de la vida, la vejez, que con frecuencia se considera propicio a la desgana y la apatía.
El recuerdo de su singular vida por parte de su marido, su hijo y algunos de sus amigos sirve de homenaje a Juana Ginzo. Descanse en paz.
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