Los materiales de estimulación cognitiva favorecen la actividad mental y ponen en marcha nuevas destrezas y competencias de la persona. Y por ello se extiende su uso entre quienes quieren mantener en forma su intelecto.
Compensar los efectos más nocivos del paso del tiempo en el cerebro no solo es posible sino muy conveniente. Hasta fechas recientes, este tipo de materiales se dirigía en exclusiva hacia personas con algún tipo de patología neurológica. Sin embargo, hoy se impone su vertiente preventiva y la promoción de la salud de la mente gana adeptos de día en día. El cambio de orientación se debe a sus beneficios para el funcionamiento cognitivo, y muy en especial de la memoria. Pese a que existen grandes diferencias entre individuos, la memoria es una de las competencias que más se afectan por el paso de los años. Y no hay duda de que un peor funcionamiento de esta reduce en gran medida la independencia y la autonomía. Por esta razón, cuidar de la memoria es un modo de preservar la calidad de vida en la vejez.
¿Quién puede usar los materiales de estimulación cognitiva?
La herramienta está indicada para quien desee mantener o fortalecer sus competencias. No obstante, también se puede emplear con un deterioro cognitivo leve. En tal caso, conviene contar con algún grado de apoyo, para abordar con éxito los problemas planteados.
Resolver los contenidos de las fichas de trabajo no ofrece una gran dificultad. Pueden parecer, a veces, demasiado fáciles. Pero con su sencillez se pretende hacerlos accesibles a una amplia franja de niveles instructivos. Y es que el objetivo central es estimular la capacidad de atención. Cada actividad se acompaña de su correspondiente solución, lo que permite evaluar la atención puesta en su confección. En consecuencia, se puede comprobar el resultado y contrastar así la mejora en el proceso de entrenamiento.
Hacer Comentario