Joyce y Frank Dodd son un ejemplo de relaciones duraderas, pues han permanecido unidos 77 años. Es un matrimonio británico recientemente fallecido; ella tenía 97 años y él 96. La muerte solo logró separarlos unas pocas horas. El suceso ocurría el pasado mes de abril, en el condado de Kent, al suroeste de Londres. Diversos medios de comunicación se hicieron eco de la noticia en España. La familia dio a conocer su historia con el fin de lograr donaciones para la Fundación Británica del Corazón y el Instituto de Investigación sobre el Cáncer, en el Reino Unido.

El longevo matrimonio se conoció a los 14 años. Se casaron en 1940, tras 5 años de noviazgo. Tuvieron cinco hijos, doce nietos, diez bisnietos y dos tataranietos. Cinco semanas atrás, Frank había ingresado en un hospital por una dolencia cardiaca. Su esposa, Joyce, le visitaba a diario, pero enfermó a su vez. Y la ingresaron en el mismo centro, una planta más arriba. En plena hospitalización tuvo lugar su aniversario de boda. Al enterarse, el personal sanitario procedió a juntas las dos camas en una misma habitación. Así podrán cogerse de la mano, dijeron a la familia. Pero, el 8 de abril, Frank fallecía a las cuatro de la mañana. Y apenas catorce horas después, le seguía Joyce. Descansen en paz . 

A los pocos días de conocerse la noticia, un periódico gallego difundía otra similar. Ocurría en Betanzos, localidad en la cual vivieron y murieron juntos Demetrio y María Argentina. Estuvieron casados durante 60 años y fallecieron con solo cuatro horas de diferencia.

Relaciones duraderas ¿menos habituales hoy?

En uno de sus artículos Rosa Montero reflexiona sobre la duración de las relaciones; al parecer, las parejas se rompen cada vez con más frecuencia. Y destaca el esfuerzo de construir un futuro en común y la dificultad del trayecto largo. No obstante, a su juicio, el resultado merece la pena. La escritora suele abordar con frecuencia asuntos relacionados con el envejecimiento y las personas mayores. Lo ha hecho así mismo en su novela más reciente, titulada La carne. Por lo general, la vejez goza de un escaso aprecio en la sociedad; sin embargo, con sus escritos, ella contradice ese enfoque, que es injusto. Desde esta página, apreciamos esa labor. Gracias, Rosa.

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