La definición que mejor le describe es la de un irlandés enamorado de España; la de hispanista se queda corta, no le alcanza. Hispanista es quien se aplica al estudio de la lengua y la cultura hispánicas. Y hay muchos, como muestra la web del Instituto Cervantes. Sin embargo, el interés de Ian Gibson por España va más allá. En su origen, no se limitó a la cultura y las gentes del país, además, decidió vivir en él. No por un plazo de tiempo más o menos largo, sino para siempre. Y en 1984 se nacionalizó español. ¿Qué mayor gesto de amor a un país que no es el propio?  

Nace en Dublín, el 21 de abril de 1939. Su familia es metodista, muy estricta, e impone el silencio y la oración. El destino de Gibson es trabajar en la empresa de su padre. Pero él sueña con salir de un entorno tan romo. La lectura es su vía de escape. Y un día da con el Romancero gitano en una librería. Es el inicio de un cambio de rumbo en su vida.    

Un irlandés enamorado de España desde el año 1957

Visita por primera vez Madrid en un curso de verano, a los 18 años. No sabe nada de España, ni quién es Franco. Ve un país de silencios y dudas. Y no hay respuestas para sus preguntas. Todo es miedo a hablar; las paredes oyen, le dicen. No obstante, el trato de la gente y la comida le conquistan. De vuelta a Dublín recaba información y comprende así lo que es una dictadura. Tras los estudios, se va a Londres como profesor de Literatura. Y torna a Granada en busca de material para su tesis sobre García Lorca. En 1971 publica dos libros sobre su muerte; en España se prohiben, hasta 1979. 

Deja la universidad, vende su casa y regresa a Madrid con su mujer y dos hijos en 1978. Se vuelca en la escritura y sobreviven a duras penas. Poco a poco, los libros sobre el poeta se traducen a un sin fin de idiomas. Y lo hacen célebre. Pese a que ha pasado media vida buscando a Lorca, los intentos por descubrir sus restos no han dado resultado. 

Pero a Gibson no solo le interesa Lorca. Por el contrario, son muchas las obras que ha publicado; entre otras, las biografías de Buñuel, Dalí, Machado y Cela. Dice sobre la tierra que eligió como suya: «un país que podía ser una maravilla es una locura«. Con su último libro, Un carmen en Granada, ha obtenido el XXXV Premio Comillas de ensayo en 2023. Y en una entrevista de radio habla de este y el país al que ama.   

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