Las viviendas compartidas en la vejez son un modelo de vida alternativo a las residencias de mayores. Y los adeptos a él no dejan de crecer. Las personas que en el presente llegan a la edad de jubilación son muy distintas a las de épocas previas. Y es que en el siglo XXI se envejece en unas circunstancias más propicias. El nivel de salud es mayor y las condiciones socioeconómicas han mejorado. La evolución no es sino el reflejo del gran cambio social de las últimas décadas. El hecho ha transformado la imagen de la vejez; de eso no hay duda.
El edadismo, o discriminación por edad, retrocede de día en día. Hace tiempo que a los mayores no se les ve como unos seres pasivos, malhumorados o enfermos. Hoy se acepta bien que el cese de la actividad laboral no implica inacción, solo abre la puerta a otra etapa vital. Las propuestas para el tiempo libre son cada vez más variadas y estimulantes. Y los mayores las aprovechan; entre otras, la oferta cultural o de educación que se les ofrece. Por fortuna, lo que se llamó la tercera edad no es una edad de tercera.
Viviendas compartidas en la vejez: un modelo con futuro.
En la sociedad actual, el perfil de los mayores es muy activo y dinámico. Y se fuerzan todo lo que pueden por adaptar el entorno a sus gustos y deseos. En este sentido, vivir con otros es una tendencia al alza. En inglés se denomina cohousing senior. Se trata de un cambio de calado en cuanto al modo de entender la vejez. Y se practica en una comunidad en la que se comparten zonas y servicios, aunque sin perder la intimidad del hogar.
Trabensol es una de las asociaciones con mayor experiencia a tal fin. Pero no es la única. Otras asociaciones impulsan el nuevo estilo de vida. Y en relación a ello la crisis de la COVID marcó un antes y un después. Pese a todo, el arraigo del modelo dista de ser amplio. El proyecto es complejo y precisa de un apoyo firme por parte de la administración pública. Y queda un largo trecho por recorrer; aún no se da al 100%. Es de esperar un giro para que su logro sea más sencillo. Los mayores de hoy se lo merecen.
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