El autocuidado de la salud es un comportamiento que se orienta a proteger el buen funcionamiento del organismo. Es un modo de proceder que responde a un cierto tipo de actitud por parte de la persona. Por ejemplo, la de admitir la existencia de agentes de influencia en el nivel de salud. Unos la perjudican, mientras que otros la benefician. Los primeros reciben el nombre de factores de riesgo; los segundos, factores de protección. Y para cuidar la salud hay que entender bien esta circunstancia.
La creencia de que la salud es un don no suele generar desacuerdo; de un modo u otro, ¿quién no valore su disfrute? No obstante, las discrepancias aparecen en lo que respecta al modo de cuidarla. Con frecuencia, el concepto se envuelve en mitos que, al abrigo de un interés poco claro, lo desnaturaliza. Obtener información sobre salud resulta fácil: los medios la ofrecen en abundancia. Otra cosa es que se apoye en un conocimiento racional. Los datos han de ser de una fuente fiable y segura, que esté lejos de un fin comercial o publicitario.
Qué no es el autocuidado de la salud
La influencia de los estilos de vida en la salud está bien documentada. Las investigaciones y los estudios libres de conflictos de interés así lo ponen de manifiesto una y otra vez. Pero la adopción de un estilo de vida sano requiere cierto esfuerzo, que no siempre se está dispuesto a realizar. La salud se suele considerar un atributo externo a la persona, regido por el azar, la suerte o el destino. En este sentido, la definición de salud de la OMS ayuda poco. Equiparar la salud a un estado de completo bienestar, físico, psíquico y social no ayuda a aclarar la base en la que se asienta.
Este enfoque hace que cualquier malestar, por nimio que sea, lleve a buscar un remedio lo antes posible. Y, las más de las veces, ineficaz. La mayoría de los trastornos de salud no existirían con una mejor alimentación, más interacción social y más actividad física. La alarma de la OMS ante el incremento del sedentarismo es bien ilustrativa. Pero nos inclinamos por las fórmulas sin esfuerzo y una atención innecesaria, en ocasiones, perjudicial. Un médico de familia reflexiona acerca del modelo de salud en vigor y hace hincapié en este punto en su blog.
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