Es un maestro del periodismo. Se llama José Ignacio Gabilondo Pujol, pero todos le conocen por Iñaki. Es un todo terreno de la comunicación. Inició su carrera a los 21 años, en Radio San Sebastián; 56 años después, reflexiona cada día sobre lo que nos pasa. Y lo hace en el mismo medio, la radio. Es a las 8,30 de la mañana, en la voz de Iñaki, de lunes a jueves, en la Cadena SER. Quienes no tienen la posibilidad de oírle lo pueden ver en You Tube. Se ocupa de la actualidad, tanto española como internacional. La independencia y la honestidad son las señas de identidad de su modo de actuar en la profesión. A pesar de ser dos condiciones que deberían sostener el periodismo, no suele ser habituales.
Nació en San Sebastián, en 1942. Sus padres eran carniceros y él fue el segundo de 9 hermanos. Un hogar donde se convivía con los abuelos y una bisabuela. Un modelo de familia que ya no existe. En ella aprendió a compartir con otros y a valorar la tolerancia y el respeto. Estudio periodismo porque soñaba con trabajar en la radio. Y cumplió con creces su sueño. Fue director de informativos en la Cadena Ser; también en Televisión Española, donde informó sobre el asalto al Congreso de los Diputados el 23 de febrero de 1981. Pero cambió la mesa de la dirección por el micrófono. Él mismo lo cuenta en el video de RTVE que acompaña a esta entrada. Lleva por título El afán por entender. Se trata de un documento de gran valor; además de su vida personal, muestra momentos clave de la historia de España reciente.
La curiosidad de un maestro del periodismo
Iñaki Gabilondo ha recibido multitud de reconocimientos a lo largo de su carrera. Pero considera que el mejor premio al que se puede aspirar es no defraudarse a uno mismo. En materia de entrevistas es un referente. Para él, la clave está en la escucha. Dice que escuchar es querer entender; aunque nunca se aprende del todo, porque es muy difícil. En 2014, un cáncer de colon amenazó su vida. Articuló el tratamiento con su labor habitual. Superado aquel bache, hoy sigue aprendiendo; siempre ha sido curioso. Y se ayuda con un programa de televisión en el cual lleva ya cuatro temporadas. Se llama Cuando ya no esté. Trata del futuro. No para predecirlo, algo imposible, sino para deliberar sobre el mejor modo de afrontar sus retos.
Se siente un privilegiado. Asegura que el equilibrio es la clave para estar bien a su edad. Y lo ilustra con un ejemplo. «A mí me gusta hacer deporte, pero no convertirme en runner; me gusta comer, pero no me paso la vida comiendo; me gusta beber, pero no me excedo». «Todo tiene su justa medida, su equilibrio. Y eso es lo que practico desde hace años». Sin duda, es una receta con la que estamos plenamente de acuerdo; muy útil para envejecer activos.
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