Los nuevos modelos de vejez se manifiestan una y otra vez. El último es el de una cineasta que a los 90 años está en pleno reconocimiento por su labor profesional. En este sentido, los artistas veteranos cumplen un gran papel. Agnès Varda nació en Bruselas (Bélgica), el 30 de mayo de 1928, aunque estudió en Paris, donde reside. Su obra es muy extensa y tiene un fuerte carácter social y crítico. En 1975, declarado por la ONU Año Internacional de la Mujer, la televisión francesa emitió vídeos suyos reivindicando la sexualidad femenina. La directora atribuye a la curiosidad el hecho de seguir creando.«Encuentro que todo es interesante: la vida real, la vida falsa, objetos, flores, gatos…; pero, especialmente, la gente. ¡El secreto es que no hay secreto!«.
Su trabajo ha sido reconocido con multitud de premios y galardones. En 1985 obtuvo el León de Oro del Festival de Venecia con la película «Sin techo, ni ley». El gobierno francés la distinguió con la Legión de Honor en 2009; el Festival de Cannes le otorgó la Palma de Oro honorífica en 2015; el Festival de Cine de San Sebastián le concedió el Premio Donostia en 2017; el pasado mes de marzo, recibió el Oscar honorífico de la Academia de las Artes y las Ciencias de Hollywood.
Nuevos modelos de vejez, también en las redes sociales
Su último documental lleva por título «Caras y lugares«. Este artículo hace referencia al estreno de la obra en España en mayo. Dos revistas internacionales han elegido a Varda para ilustrar su portada en el mes de septiembre. Así mismo, las redes exhiben por doquier su imagen desenfadada. Mide apenas metro y medio, pero eso no limita su eco mediático. Las corrientes estéticas se han transformado y anteponen la experiencia de la edad a la efímera juventud. Y es que el envejecimiento es inherente al ciclo de vida humano y no hay razón para ocultarlo.
El 30 de marzo de 2019 la familia de Agnès Varda anunció su fallecimiento. Descanse en paz.
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