Los estereotipos asociados a la vejez son muchos y dañinos. Y es que están en la base de la gran lacra de esta etapa de la vida: el edadismo o discriminación por edad. Se trata de ideas acerca de las personas mayores que no coinciden con la realidad. El problema es que esas opiniones abren el paso a prejuicios que, a su vez, provocan agravios. Es decir, el pensamiento es el origen del modo de sentir y de actuar. Mucho cuidado, pues.
Los ejemplos de discriminación en razón de la edad no faltan. Sin ir más lejos, los hay en el mercado de trabajo, que rechaza a las personas a pesar de su experiencia; o en el mundo de las finanzas, con trabas a la concesión de un crédito; no digamos en el ámbito de la salud, del que la pandemia dio muestras muy crueles, como se señaló en su día. Hay que aprender de tal horror. La sociedad ha de variar su juicio sobre los mayores y la vejez. Y una encuesta del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) puede ser la puerta de entrada.
El fin de los estereotipos asociados a la vejez
El CIS ha llevado a cabo un sondeo sobre la salud mental en medio de la pandemia. Y no deja de sorprender la imagen de fortaleza que se desprende de los mayores. Qué duda cabe de que son los que más han sufrido las consecuencias del SARS-CoV-2; sin embargo, han sabido sortear con éxito las dificultades. La situación les ha afectado menos que a otros grupos de edad. En cuanto al confinamiento, pese a que son muchos los que viven solos, se han sentido aislados en menor proporción que el resto. Pero no solo eso. Así mismo, les han aquejado en menor medida la falta de energía, la tristeza, la ansiedad o los problemas de sueño, entre otros males. En resumen, que el afán de bienestar triunfa sobre los tropiezos.
La socióloga Mª Ángeles Durán se hace eco de los resultados en un artículo de prensa. Destaca que, además de poner de relieve la gran capacidad de adaptación de los mayores, la encuesta echa por tierra la vulnerabilidad que se les achaca. No se olvida de las personas que viven en instituciones. Son relevantes en cuanto a sus características y necesidades; no obstante, no representan al conjunto de la población mayor, ya que suponen un 4% de esta, frente al 96% que reside en su domicilio. Tras agradecer la colaboración a los casi mil mayores que han participado en la misma, manifiesta cuanto le reconforta verse reflejada en un espejo donde los estereotipos están tan ausentes. La crónica se puede ver aquí.
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