Las temperaturas extremas vuelven de nuevo. No es raro, pues estamos en verano. Y el calor es uno de los rasgos más característicos de esta estación del año. El problema surge cuando las temperaturas se elevan más allá de lo que es habitual en una región concreta. Los valores del termómetro se sitúan casi siempre entre unos márgenes dados; sin embargo, en los últimos años, se sobrepasan con creces las cifras que suelen ser usuales. Y los riesgos por exceso de calor se disparan con más frecuencia. ¡Hay que ponerse a resguardo!

Temperaturas extremas: olas de calor

En 2019, la primera ola de calor llegó a España el 24 de junio, con el solsticio de verano. Los avisos a la población por parte de la AEMET no se hicieron esperar. A pesar de ello, dejó al menos dos víctimas. Y es que no es lo mismo «calor» que «ola de calor». La definición varía de unos países a otros. En el nuestro depende de la reunión de tres factores, que son la intensidad, la extensión y la duración de los picos de calor. ¿Y qué podemos hacer en tal caso? Pues intentar combatir el calor; no hay otra fórmula. En este video lo explica el Dr. Fabiani, un gran divulgador de la educación para la salud.

No faltan los escépticos que niegan el problema. Y aluden al dicho de que «calor ha hecho siempre». Pero los expertos ya han dado la voz de alarma y urge tomar medidas. Los avisos de la ONU son claros y contundentes. Dentro de muy poco los cambios provocados serán irreversibles. La influencia humana en la evolución del clima y de las temperaturas es cada vez mayor. Largas sequías, disminución del hielo en los polos o tormentas extremas en los trópicos lo muestran. La solución pasa por trasformar el actual modo de vida en otro sostenible para el planeta. Aunque, hoy por hoy, no parece que haya interés en ello; al menos, no el suficiente. El tiempo apremia: el plazo es solo de 11 años. ¿Lo lograremos?

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