Retrasar el envejecimiento cerebral no es una fantasía, sino una posibilidad muy real. Y lo es gracias a la plasticidad del cerebro. En apenas 1,5 kg. este órgano contiene alrededor de 86.000 millones de neuronas. Hasta los años 50 del siglo XX, se pensaba que estas morían con el paso del tiempo. Hoy se sabe que no es cierto. El cerebro no solo es capaz de desarrollar nuevas conexiones o sinapsis, también neuronas a lo largo de la vida. Es decir, que tiene la capacidad de transformarse a sí mismo. Y este hecho lo mantiene en buena forma. No es un músculo más aunque, a efectos de función, lo parece. Por lo tanto, hay que cuidarlo.

La pregunta entonces es obvia: ¿cómo se hace? Está en juego nada menos que la autonomía de la persona. Porque no hay duda de que un cerebro fuerte aporta calidad de vida a la vejez. Y no es que los genes no desempeñen un papel en este sentido; sin embargo, es muy limitado. Su peso es tan solo entre un 25 y un 30%; en consecuencia, la mayor parte depende del ambiente. Por esta razón es bueno atender al 70 o 75% restante. Los hábitos de vida, la experiencia y el aprendizaje son decisivos. El comportamiento es una vez más fundamental.

Algunas claves para retrasar el envejecimiento cerebral

+ Ser activo. La actividad física es beneficiosa, ya que aumenta el flujo de sangre al cerebro. Nunca es tarde para empezar; los efectos son positivos incluso a edad avanzada.

+ Seguir una alimentación sana. Variada y rica en vegetales; con más pescado que carne. Se debe evitar el exceso de grasas, el azúcar y los alimentos muy procesados.

+ Cuidar las relaciones personales y mantener una vida social activa. El aislamiento provoca graves daños al cerebro. Es necesario tener contactos habituales con familiares, amigos o conocidos; el teléfono es una gran ayuda.

+ Desarrollar nuevas capacidades. Pueden ser manualidades, idiomas, música o pintura; siempre adaptadas a los gustos y las necesidades de cada cual. La motivación es el motor de la vida. Eso sí, que no entrañen gran dificultad. Hay que medir las fuerzas; la frustración puede tener efectos negativos.

+ Extremar la concentración en lo que hace. Es una facultad que se resiente con el paso del tiempo. Conviene tener en cuenta que la atención es la puerta de entrada de la memoria. Y no solo en la vejez; a cualquier edad.

+ Dormir bien. No importa tanto el número de horas de sueño, como sentir que se descansa. Una buena higiene del sueño es esencial para lograrlo.

+ Procurarse quehaceres que doten de sentido el día a día; no hace falta que sean muy complicados. Según el filósofo Fernando Savater «El secreto de la felicidad es tener gustos sencillos y una mente compleja. El problema es que, a menudo, la mente es sencilla y los gustos son complejos«.

 

 

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