Los propósitos saludables suelen aparecer, al menos, dos veces al año. Una de ellas coincide con el inicio del curso escolar y académico; otra, con la llegada de un nuevo año. La primera se suele considerar un buen momento para emprender proyectos; el retorno a la rutina invita a hacerlo. Así mismo, el estreno del año parece ideal para renovar planes. Sobre todo, los que se han incumplido antes, que es un hecho muy frecuente. Y así, una y otra vez, el autocuidado de la salud se suele relegar a unas fechas concretas del calendario.
Los consejos para una vida sana nos rodean a diario. La radio, la televisión, la prensa o las redes sociales, entre otros medios, los difunden a raudales. Pero, ¿cómo diferenciar entre las pautas acertadas y los engaños? No siempre es fácil. Hay en juego intereses comerciales muy potentes. A menudo se anuncian primicias que aseguran ser fuente de salud y bienestar. Son productos que ofrecen remedios sin esfuerzo por nuestra parte; sin embargo, no hay nada de cierto en promesas así. La salud no asoma de la mano de fórmulas mágicas. Ni siquiera los genes, tan decisivos por otra parte, son su único sostén. Porque está probado que, en el mantenimiento de la salud, los estilos de vida tienen más peso que la biología.
Propósitos saludables para cumplir los 12 meses del año
En realidad, estar sano depende de unas medidas muy simples. Y ahí cuenta la disposición de cada cual para considerar que proviene, sobre todo, de nuestros hábitos de vida. Y es que hay quien no se lo cree. Pero la evidencia es muy sólida: las investigaciones lo corroboran a menudo. Haciendo honor a la ciencia apuntamos a prácticas sanas para 2019. La lista se puede ampliar aún más. No hace falta cumplir todos a la primera; tampoco lo antes posible. Aún así, conviene no retrasar en exceso el momento de su inicio.
1) Mantener una alimentación sana. Al contrario de lo que parece, comer de todo no es una regla acertada.
2) Evitar el sedentarismo. Es el mejor remedio no farmacológico para prevenir la fragilidad.
3) Abandonar hábitos tóxicos. Dejar de fumar es beneficioso y el consumo moderado de alcohol no es sano.
4) Procurar dormir bien. Las dificultades con el sueño perjudican la actividad del día.
5) Conservar una sólida red de relaciones sociales. Evitar la soledad mejora la calidad de vida.
6) Estimular la mente. Mantener la mente activa retrasa el declive que acompaña a la vejez.
7) Rechazar los medicamentos innecesarios. La polimedicación tiene efectos perjudiciales.
8) Eludir los riesgos. Prevenir accidentes contribuye a evitar daños y lesiones.
La tarea no es cómoda, pero tampoco compleja. Se sustenta en ejes como la motivación y la constancia. Y no solo al comienzo del año, sino a lo largo de sus doce meses. ¡Suerte en el empeño!
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